Terapias Alternativas.

EL REIKI PASADO A LIMPIO    

Maestro Reiki Angelo Isái (ABR)

Reiki no esta sujeto a ninguna filosofía, 'religión' o concepción del universo particular, sino que es una técnica creada para desarrollar las potencialidades naturales de los seres humanos, machos o hembras.
En el Siglo VI A.C., en Grecia, la ciencia, la filosofía, la religión (que antes de ser ‘religión’, como denominación judía, se llamo ‘metafísica’), eran una sola cosa. El profesor, el médico, el sacerdote eran la misma persona, no existía separación, para ellos, uno era de alguna manera el reflejo del otro.
La propia palabra que usamos hoy día -fisica- deriva del griego “phisis” y significa la búsqueda para entender la verdadera (intelectual y racional) naturaleza de todas las cosas. [Physician, en inglés es “médico”].
Nos preguntamos hoy día, si al crear tal dicotomía, separando esos tres saberes uno de los otros, no perdemos alguna cosa, cuando comenzamos a creer que las tres formas de pensar no son de alguna manera, inexplicablemente, entrelazadas.

Confundimos, pues, distinguir que forma parte del discernir con el acto de analizar, separando las partes constituyentes de un todo funcional en unidades autónomas que separadamente no producen los mismos resultados. El discernimiento, distingue los elementos pero no los separa de los otros componentes (discernir – dejar de ‘cernir’) y conduce al conocimiento a la sabiduría (sofía).

El proceso intelectual, separa por el análisis y crea una serie de caminos “discursivos” (interliga) que conducen al “saber”, a la “información” que carece de “unidad” y funcionalidad en todos los planos de la Mente… Es decir: una afirmación válida en el plano físico-observacional (científico racionalista) no tiene equivalencia en el plano metafísico o en el plano trascendente (simbólico y analógico). Como consecuencia de esto, la Mente inferior o primaria, primero cae en la Fe ciega para luego reaccionar entregándose al racionalismo “cientificista” más arrogante.

Esto, no solo sucedió con nosotros los “occidentales”... Sucedió con todas las sociedades dichas civilizadas del mundo entero… y eso fue inevitablemente el “signo de estos tiempos”. De nuestro tiempo. “Nuestro tiempo”... nos ha dado a todos nosotros los seres humanos de hoy, un sentimiento de soledad y aislamiento, de una pérdida de contacto con nuestro Ego y con nuestros diferentes niveles de Conciencia, y con las personas de nuestro entorno, que probablemente no tenga antecedentes en otras humanidades.

Los médicos solo tratan el “cuerpo físico” – los sacerdotes, de algo llamado “ALMA”, concepto muy mal definido y habitualmente confundido con “espíritu” – los filósofos, hoy “psicólogos”, consejeros de algo llamado “mente”, perteneciente a un concepto muy mal definido y habitualmente confundido con el ‘proceso intelectual’…Espero que con las aclaraciones que vamos a presentar tengan Uds. un conocimiento mejor sobre la dinámica y la potencia del Reiki. Antes de discutir más profundamente sobre Reiki es importante analizar primero qué es lo que representa (concepto) la palabra ENERGÍA y de qué modo se relaciona con el Reiki, con las causas y el tratamiento de las enfermedades.

El mundo a nuestro alrededor es “identificado” (IDI – ente – ficado) en primer término por los cinco sentidos: el 'escaner' y la vídeo cámara de nuestro ordenador cerebral…De hecho, para la gran mayoría el mundo entero es esto: se identifica solamente con lo que las personas pueden oler, ver, oír, lamer, tocar, etc.
Los cinco sentidos:“...los cinco pilares del método de pensamiento científico y positivista…” – decía mi viejo Maestro, el Oso Yogui, refiriéndose al sabor de las mayonesas industriales.

Pero esto establece una perspectiva muy limitada y puede crear un enorme atraso para conseguir apreciar el auténtico desarrollo del complejo proceso de la vida. La verdadera Ciencia, hija de la Verdad y hasta el “buen sentido” o “sentido común” nos dicen que hay – que debe haber – muchas cosas más en la Vida que apenas aquello que puede ser olido, visto, oído, tocado, lamido…
La Ciencia o “cientificismo ortodoxo” o “técnico”, sabe, que la Energía es todo y que la materia es nada más que Energía en una forma diferente.

La silla donde nos sentamos es Energía… que está vibrando en una frecuencia más lenta que la luz, que también es Energía. Al vibrar más lentamente, la silla consigue dar ese aspecto más “sólido” que la Luz. Sabemos que si agregamos Energía en forma de calor a la silla, las moléculas del plástico o la madera vibrarán más de prisa, aumentarán su frecuencia hasta llegar a separarse entre ellas perdiendo la silla su forma característica.
Esto sucedería si efectuamos el proceso de “quemado” del plástico o la madera, ahí veremos como estos "pierden la forma" y se produce calor, cenizas, e incluso luz.
En el caso de los seres humanos, poseemos muchas formas de Energía vibrando en las más diversas frecuencias, todas convergiendo en ese lugar del espacio en que existe un ser Humano.
Es lo que llamamos una singularidad.
Un ser Humano es una “singularidad” en el complejo espacio-temporal, tal como un árbol, una estrella o un “agujero negro”.

Las vibraciones más lentas, las frecuencias más bajas, tal como las de las sillas, serán “vistas” en nuestro cuerpo “físico”, como estando “presos” entre sí. Las frecuencias vibratorias de la Energía irán a constituir algunas los músculos, otras los huesos, algunas otras la sangre y más allá las que constituyen el tejido nervioso, otras constituirán “mensajeros químicos” que son producidos en las glándulas en cantidades sumamente pequeñas pero, que afectan todas las demás formas de Energía del organismo.

Vamos entonces descubriendo infinitos niveles de frecuencias, que pasarán más allá de la Energía bio-eléctrica que generarán algunas células, más allá del infrarrojo o incluso aún más allá de las frecuencias detectables por los que nacen más sensibles, que poseerán sentidos más afinados que nosotros… Habrá frecuencias energéticas, de las que solo podremos apreciar sus “efectos” por que ni siquiera los más sensibles aparatos especializados pueden captar sus frecuencias. Esto no es una novedad dentro de la llamada “física de altas energías” en las que las más sofisticadas e influyentes “partículas” de energía, solo pueden ser “captadas” por los efectos que producen en su entorno.

Tal como la “astrofísica” define un “agujero negro” – que por definición es invisible a TODO – un objeto infinitamente grande y que solo puede ser detectado por la influencia que ejerce sobre todo lo que hay alrededor de su entorno. Estas vibraciones energéticas incluyen el CHI o KI que fluye por los canales energéticos que hoy, pueden incluso, ser ya detectados por algunos sistemas electrónicos… o por lo menos, los efectos de la circulación de la Energía Ki.

Las frecuencias energéticas que están más allá de estas vibraciones son las llamadas “campos áuricos” que personas sensibles o entrenadas pueden llegar a percibirá través de algunos de los sentidos y que incluso han podido ser detectados por algunos medios técnicos. En resumen, nuestro cuerpo físico, es el “centro” donde convergen una enorme red de formas energéticas que se entrelazan, interaccionan y que esperamos mantener con algún equilibrio armonioso porque al final… esas formas energéticas son “conscientes” e “inteligentes” (conceptos que precisamos definir)!!

Nuestros cuerpos, tal como los concebimos, solo existen como consecuencia de la interpretación que hacemos de nuestros “datos sensibles” consecuentes a la trama de fuerzas, campos y energías, que interaccionan en el medio ambiente.
Mientras estas Campos-Fuerzas-Energías se alimenten de la naturaleza que forma su entorno, con comidas, fluidos, estímulos agradables, nuestro “cuerpo” continuará a vivir y crecer…
Pero, si la calidad de esos campos-fuerzas-energías que nos rodean se vuelve hostil o nuestro cuerpo pierde su “capacidad” de defensa frente a los campos-fuerzas-energías que compiten con él, por la posesión o dominio de esa “singularidad”, “nuestro cuerpo” puede mudar de una forma drástica. Una quemadura, un tóxico, un accidente, una herramienta, pueden provocar un cambio radical en “nuestro cuerpo” y hacer con que se “des-integre”, que pare de “existir”…

El Universo y todo dentro de él es formado de diferentes niveles de vibraciones o frecuencias que forman una trama, un tapiz de las más diversas variaciones de “sabores” y “colores” que componen todos los increíbles y asombrosos fenómenos que se encuentran en el “Universo”… Sin embargo, al adoptar la actitud de solo aceptar e intentar comprender o trabajar con las formas energéticas que pueden ser percibidas o concebidas a través de los cinco sentidos, la Humanidad ha creado su própia limitación para su habilidad (ha limitado su “capacidad de respuesta”), ha creado una responsabilidad pueril de vivir, de ‘gozar’ de la Vida en su mayor potencialidad.
Cuando vivimos nuestra vida cotidiana, estamos siendo constantemente influenciados por nuestro medio ambiente exterior e interior.
Estas influencias tienen aspectos específicamente definidos en la configuración energética de nuestra “singularidad”, cuyo centro, que percibimos e interpretamos es el cuerpo físico.

A veces, esto puede tener un efecto inmediato que es resuelto rápidamente, como por ejemplo, cuando nos cortamos al afeitarnos o tenemos una corta tensión al dirigir el automóvil en un tráfico complicado unos minutos.
Nuestro “sistema energético” experimenta un “desequilibrio temporario” que puede manifestarse como “dolor” en el lugar del corte o “dolor” de cabeza como consecuencia del “stress”, provocado por el incidente en el tráfico. Sin embargo, “nuestro cuerpo” se adapta rápidamente y retorna a sus niveles de armonía propios.
En los casos en que la desarmonización es más severa las cosas pueden ser un poco diferentes.
Un accidente grave, un choque emocional muy grande, frecuentemente causará un gran desequilibrio en el sistema energético del Ser, que no puede ser corregido en poco tiempo. Podemos quedar con “cicatrices” físicas o emocionales.

Y como sucede a veces en demasiadas ocasiones, en vez de lidiar con los problemas inmediatamente, el Ser los guardará en las memorias de su estructura. Muchas veces sufrimos traumas emocionales con los que no sabemos lidiar en el momento. Pues nuestro Ser los guardará y esperará a que podamos enfrentarlos y solucionarlos en su momento. Infelizmente, si ese momento no llega o tarda demasiado en llegar y esas “emociones” reprimidas, o comprimidas, se van transformando en un bloque, un témpano que crece acumulando la energía, que no fluye a causa de su interferencia.
Más crece y más obstruye…
Eventualmente, esa falta de fluidez de las energías más o menos sutiles se reflejan en las frecuencias más “físicas” de nuestro sistema energético y aparece una dolencia “física” o “emocional”. Desde los fundamentos de la psiquiatría se sabe que muchos casos de problemas sexuales, de la niñez, o juventud, que no son resueltos adecuadamente en la ocasión, se manifiestan en la edad adulta como dolencias ginecológicas, emocionales (desadaptación del patrón emocional a la circunstancia), como infertilidad, impotencia, problemas de expresión de la personalidad (“crueldad” mal direccionada).

El plano “causal”

La mayoría de los médicos ortodoxos así como los practicantes de medicinas orientales hindúes o china (Ayurveda, Chi Kung…) se sienten limitados por la perspectiva y la imposibilidad básica de comprender y tratar, desde un punto de vista racional, el cuadro completo de una dolencia. Cualquier sistema de tratamiento que se fundamente en un diagnóstico analítico y racional para determinar el método de tratamiento tenderá a ser limitado y deberá ser una forma de terapia provisoria envuelta en primer lugar en la resolución de los síntomas. Aquí es donde se encuentra la fuerza del Reiki, que actúa armonizando la energía total del ser, en todos los niveles, siempre. Cuando el Reiki actúa y los síntomas desaparecen es por que la causa fue tratada …

Estos síntomas únicos de Energía son afectados poderosamente por nuestras emociones, pensamientos y nuestro medio ambiente.
Como resultado de la influencia en estos niveles sutiles de energía, las estructuras celulares del cuerpo físico no son alteradas. Es a este nivel que la salud o la dolencia son determinadas, en los niveles vibratorios o de frecuencia fuera del campo “observable” para el diagnóstico, fuera del campo de interacciones observables.
Solo son “observables” las anomalías del sistema completo y a esto le llamamos “síntomas o síndromes más probables de tal o cual dolencia”. A estos niveles de frecuencias energéticas es que llamamos de “plano causal”.

El “plano causal” es semejante al disco virgen de un computador. Como en un disco duro, todo lo que afecta los niveles de energía es archivado y ocasionalmente, dependiendo de las “interacciones” creadas incluso dentro de cada “sistema energético” particular, repercute en el “nivel físico” manifestándose en las muchas formas de enfermedades o desequilibrios emocionales, mentales o físicos. Este es el aspecto más importante a entender sobre el Reiki, que sin embardo afecta todo el proceso de cura, tales como heridas o quemaduras. Es sobre todo, diferente de todas las demás terapéuticas porque trabaja en el “plano causal”.

No trabaja en un nivel “superficial” para aliviar síntomas, sino en todos los niveles del organismo, inclusive en los sutiles niveles de energía donde el desequilibrio comienza. Muchos pueden estar familiarizados con terapéuticas de cierto nivel tales como: Polaridad, Cristaloterapia, Cura Total, Acupuntura, etc…
Estas terapias entienden el cuerpo físico y el Ser Humano de una manera holística, desde el punto de vista que el cuerpo de un Ser es el de un Ser energético. Hay sin embargo una diferencia fundamental en la dinámica de esas formas de terapia y el Reiki.

Este contraste se encuentra en la palabra polaridad. Las terapias mencionadas trabajan con Energías Polarizadas y sus manifestaciones… El Dr. Usui, en japones, llama al nivel de energía polarizada de KI. Muchos pueden conocerlo como CHI o “energía vital”, nombre que también recibe en chino. Antes, las terapias solo se relacionaban con la Energía KI (CHI) que es polarizada. Al trabajar con potenciales positivos y negativos de Energía si una persona no poseía un eficaz entrenamiento en la manera como se trabaja con energías polarizadas, corría el riesgo de crear grandes desequilibrios durante el tratamiento, tanto en el paciente como en si mismo.
Para realizar tales terapias: Polaridad, Chi Kung, Cura Pránica, etc, se necesitan muchos años de entrenamiento, de práctica e instructores absolutamente confiables antes de poder practicarlas profesionalmente. Aquí es donde se halla el mayor contraste entre el Reiki y las otras formas de terapia o por lo menos, la mayoría de las terapias polarizadas.

Reiki trabaja con lo que el Dr. Usui denominó Energía REI (TAI, en chino), esto es, una frecuencia energética que está más allá de las frecuencias de las Energías Polarizadas, de las ondas de radio, de rayos X o gamma, de la luz ultravioleta o de las vibraciones detectadas como “aura” vital por las fotos Kirlian.
El Reiki es Energía Pura, sin polaridades. Como la Energía Reiki no tiene polaridades significa que cuando una persona “sintoniza” (se inicia) con Reiki puede inmediatamente comenzar a practicarlo de una manera eficiente sin consideraciones de edad, tiempo de práctica o nivel académico.

SIMPLEMENTE SE COLOCAN LAS MANOS EN UN ORGANISMO Y EL REIKI FLUYE… AUTOMÁTICAMENTE.

Al entrar en el “plano físico”, esto es, cuando dejamos que las manos del practicante entren en contacto con el KI del paciente (energía personal), con su aura, el Reiki entonces solo en ese momento se polarizara de acuerdo a las necesidades del cuerpo del receptor, nunca lo hará siguiendo las necesidades del canalizador... NO hay necesidad de comprender como el cuerpo físico trabaja, del fluir de la Energía según sus frecuencias y carencias, de la dinámica de cada dolencia en su “víctima”, una habilidad para diagnosticar (“ojo clínico”), para que el Reiki trabaje con éxito.
Es muy importante comprender estas dos diferencias fundamentales entre el Reiki y otras terapéuticas holística:
1) Con el Reiki trabajamos directamente en el “plano causal”. El Practicante no tiene ninguna necesidad de diagnosticar, no necesita desarrollar ninguna capacidad “paranormal” para dirigir la Energía a cualquier lugar.
2) El Reiki no es polarizado. El Reiki se polariza de acuerdo con las necesidades del cuerpo receptor.

LA INICIACIÓN CAPACITA AL CANALIZADOR A REALIZAR ESTA TRANSFERENCIA MASIVA DE ENERGÍA “REI” SIN INTERFERIR. 

Apenas permanece en el organismo canalizador hasta un 30% de Energía Rei, que no es canalizada y queda en el cuerpo físico del practicante Iniciado.
De esta manera, el Reiki es seguro, no hay ningún peligro de “hacer mal” a alguien con el Reiki.
Otro hecho a destacar de los comentarios anteriores :
Al canalizar Reiki, una parte de la Energía que circula por nuestro organismo queda “para nosotros”.
Cuando canalizamos Reiki, usamos muy poca Energía vital “nuestra”. Lo que “nos queda” del Reiki canalizado es siempre más que la Energía vital que empleamos para realizar una sesión de Reiki para otra persona.
NO nos arriesgamos a crear un desequilibrio en nuestro organismo al trabajar con otra persona.

Un gran problema de las terapias energéticas es que ellas exigen que el Practicante utilice su propia Energía vital. Cuando el practicante Iniciado tiene Reiki, el riesgo de que este fenómeno se produzca es minimizado, porque es principalmente el Reiki quien circula y es utilizado.
Por eso existen dentro de los “relatos reikianos” tantas referencias a que el Practicante constata niveles energéticos mucho mayores al final de los tratamientos. Y esto solo puede ocurrir porque el Reiki, al circular “a través” del practicante, aumentará sus niveles energéticos y cierto porcentaje de Reiki permanecerá en su organismo.
Autores con amplia experiencia en Chi Kung o canalización de Energía KI (CHI, em chino) comentan que “… [ la canalización ] … de energía libre universal (REI em japones, TAI, em chino) a través de sus organismos y transmitida al paciente sin que su propia Energía personal se vea involucrada, no sufren tanta contaminación de las energías “sucias” de los pacientes, si bien son pocos los Maestros Chi Kung que han alcanzado este nivel de práctica…”

3) Al no requerir aprendizaje de técnicas complejas puede ser usado hasta por los niños para tratar sus dolencias crónicas y hereditarias.
4) Siendo no-polarizado el Reiki trabaja conjuntamente con cualquier otra clase de Energía o terapéutica, incluyendo medicamentos de cualquier tipo, quimioterapia y cirugía. Por esto lo definimos como una terapéutica complementaria y no como alternativa.
5) Porque Reiki es Energía que emana de los niveles subatómicos, cuando el terapeuta está canalizando esta Energía para otra u otras personas, utiliza muy poca Energía vital propia. Así, el terapeuta no se arriesga al tratar a otros. Reiki en verdad, estará energizando el organismo canalizador pues hasta un 30% de la energía transportada para otras personas permanece en el organismo del terapeuta.

La interposición de la Energía Reiki, no permite los flujos y reflujos de Energías Ki personales. La falta de “intercambios” energéticos, no evitará los “vínculos” que normalmente se crean entre las personas.
Igual seguiremos sintiendo mayor o menor afinidad “energética” con las personalidades de los demás y en muchos casos esas “sensaciones” serán acrecentadas, lo mismo que nuestra sensibilidad personal a los estados energéticos ajenos a nuestro organismo.
Es importante mantenerse atento a estos “vaivenes” energéticos que antes pasaban desapercibidas, pues podemos confundirlos con síntomas propios, cuando “no nos pertenecen”.

6) Reiki trabaja en el “plano causal” y por esto va directamente a “la raíz” de aquello que se manifiesta como síntoma o dolencia en el organismo. Trata en organismo como un todo energético que es la forma correcta de percibirlo. Más que holística la técnica Reiki es holoergonomica pues establece un equilibrio entre todas las fuerzas o energías que componen una organización (organismo) complejo, una armonización de las fuerzas que obran (óperas), de lo que activa o agita esa singularidad, causando efectos expansores o constrictores del conjunto compuesto por “energías” (causas que operan) interiores al sistema y exteriores al mismo.

7) No requiere diagnóstico. El Reiki es una Enseñanza Iniciática, es decir, el Conocimiento que se transmite es sobre una capacidad natural del Ser, que es ampliada en la Iniciación.
La Enseñanza es para ser practicada y ella es el cuerpo de la Tradición Oral que son “las Historias de Reikianos”, sus victorias y sus logros. La Enseñanza es por definición,iniciatica, no es para ser entendida, es para ser practicada. El saber será consecuencia de la ‘practica’… Cuanto menos practiquemos menos sabemos, cuanto más practiquemos y durante más tiempo (disciplina y persistencia) mejor y más amplia estructura orgánica (cerebral-mental) desarrollamos y mayor será el caudal de saber y compresión que consigamos para “racionalizar” la Enseñanza.

No debemos confundir entonces el corazón del Reiki que es su enseñanza con la instrucción que el terapeuta recibe; por ejemplo : pongan las manos aquí o allá, lávense las manos después de aplicar, no crucen las piernas, aprendan aquella o ésta técnica para Reiki a distancia, hagan estas o aquellas afirmaciones cuando apliquen energía aquí y coloquen tal símbolo…
Serán todos casos diferentes y para ninguna de ellas el Terapeuta necesitará dirigir la Energía y no necesitará diagnóstico porque la Energía simplemente llenará donde falta y drenará donde sobra porque NO es polarizada, hasta llegar a su destino final…

Para la evolución del Iniciado/Terapeuta decimos que él necesita comprender (asimilar) lo que es saber, lo que es instrucción y lo que es enseñanza.

Y este es el trabajo del Maestro Reiki :
*Ayudar al Iniciado/Terapeuta a sustituir el creer por el saber, y a creer sin “remordimientos”.
*A suministrarle la instrucción completa que tenga a su disposición.
*A mantener la enseñanza de la forma más semejante a la que él recibió a través de los Símbolos y el Ceremonial.


Reiki puede, por las razones antes citadas, ser practicado por cualquier persona de cualquier edad o medio social y cultural. Entonces, podemos preguntarnos : si es tan eficaz, ¿por qué todo el mundo conoce tan poco sobre él?
Vivimos una época de gran expansión de determinadas informaciones. La cantidad de información recibida por una persona se duplicaba en el pasado Siglo XX al principio cada 50-60 años, después cada 30 años, luego fue cada 15 años y al principio del Siglo XXI se espera que la información disponible para una persona común y corriente se duplique cada 3 o 5 años.
El tener 'información disponible' no significa que las personas la “entiendan”, que la “comprendan”, que la “aprendan”… que la practiquen. La gran mayoría (por no decir todos) de los terapias holísticas tienen su origen en culturas diferentes de la occidental : judiocristiana, capitalista y racionalista – emocional – materialista. Han florecido culturas tan lejanas en el tiempo y en el espacio que hasta a los propios legítimos herederos actuales les cuesta un gran esfuerzo comprender a sus antecesores. Las circunstancias sociales y personales son imposibles de imaginar por nosotros y la interpretación que hacemos de tales circunstancias son totalmente triviales. Es necesario una gran cantidad de información, muchas veces perdida y una imaginación muy disciplinada para llegar a entrever la vida cotidiana de aquellos hombres y más difícilmente comprender sus motivaciones y sus ideales…

No es fácil para nosotros estar dispuestos a “hacer” antes que “saber”… No es fácil admitir la posibilidad de que se puede “estudiar” de otra forma diferente del aprendizaje intelectual. No es fácil admitir que existen otras realidades posibles, si conseguimos suficiente Energía para “construirlas”.
Y por último, lo más difícil, es establecer una forma de vivir y de actuar,de sentir, de “pensar”, de ‘interpretar’ la realidad cotidiana, de una forma diferente del “sentir común”, de la “opinión pública”, pues esto es ir contra las “opiniones autorizadas” que suelen moldear, la ‘religión’ (metafísicas judías expulsionistas), la política, la economía y las emociones de la “opinión pública”.

Y las “opiniones autorizadas” suelen establecer las “normas morales”, las “éticas profesionales” y las protectoras leyes que nos rigen.
Esto es llamado por muchos “El Sistema”…
Así que frente a “métodos para pensar” tan diferentes al nuestro y aún disponiendo de la más vasta información, es muy difícil que seamos capaces de vencer el miedo que impone lo desconocido.
O en el peor de los casos: ¡la ‘opinión autorizada’…!
No existe “espíritu científico” que sea capaz de enfrentar el “MIEDO” de las ‘castas’ Universitarias en algunos países (en muchos otros es honroso ser experimentador) a la experimentación, quedando las “iniciativas experimentales”, reducidas al título personal en la clase media escolástica y aún en “modus disimulandis”. En el nivel personal, hemos sido educados hacia una total dependencia del médico, que basa sus diagnósticos en la observación exclusiva de síntomas físicos para recetar productos químicos que “atacan” el efecto final de la dolencia, cuando no solamente los síntomas.

Es ridículo, pero, cuando “perdemos el control” de nuestro organismo preferimos dejar la responsabilidad de aliviarnos (no de curarnos) en manos de un “médico”. Esta responsabilidad transferida al médico ha llegado en países como EE.UU. a situaciones grotescas : un médico no puede atender sin tener a su disposición un “seguro contra errores médicos” porque puede terminar en la cárcel si “un cliente decide morirse” contra todas las expectativas y diagnósticos.
Reiki es una terapéutica que tiene como objetivo conseguir que el paciente tome el control de la cura y por último de su salud y su Vida.
Reiki es aceptar la “mayoría de edad”, e implica aceptar la responsabilidad (capacidad para responder hábilmente) de nuestra vida, de nuestro destino o misión y por ende, de nuestra salud que no es otra cosa que la armonía entre lo que “pensamos”, “sentimos” y “hacemos”, interior y exteriormente. Las terapias son apenas métodos para “cambiar de hábitos” más o menos eficaces.

Reiki es una terapia iniciática que nos capacita para “luchar” con nuestros más arraigados hábitos y cambiarlos (domarlos, ‘seducirlos’, diría el Zorro de “El Principito”) por otros más adecuados al momento, al aquí-ahora que nos toque vivir.
Y así aprenderemos a recalcular estos hábitos en la medida de la necesidad y con la responsabilidad necesaria para la dinámica de cambios de nuestra Vida… Así, aún cuando hay una gran cantidad de técnicas en Medicina Occidental que conocen y reconocen las prácticas y las teorías “alternativas” y las utilizan en conjunto con sus métodos, hay así mismo un gran porcentaje, el mayor porcentaje, trata estos temas de investigación, como asuntos meramente “religiosos”, siendo el juicio y el “CREO” o “NO CREO” los resultados con los que pretenden acercarse al conocimiento.

Al conocimiento, rama del árbol de la Verdad, nos aproximamos a través de la investigación. Como mínimo, de la curiosidad y la tentación que vencen el MIEDO, el primer enemigo del Buscador. Nunca encontraremos respuestas “científicas” a través de la FÉ. “CREO” o “NO CREO” no forma parte de los axiomas de la Verdad, sino que son postulados del Amor.
El Reikiano tiene que creer para actuar sin saber. La experiencia, la vivencia, lo conducirá al saber y así iniciará el camino hacia el discernimiento y la sabiduría. La FÉ, la confianza, en definitiva el Amor, lo conducirán a la solidaridad, al vínculo armonioso pero implacable con el Universo. La mayoría de nosotros vivió tanto tiempo confiando exclusivamente en sus cinco sentidos para guiar nuestras vidas, juntamente con nuestra capacidad intelectual de combinar información instantánea con memorias, que la oportunidad de ensanchar el foco de conciencia más allá de las posibilidades del EGO cotidiano (sobrevive, reprodúcete, domina) nos parece tan lejana, para direccionar el curso de nuestra vida, que es a veces una responsabilidad para la cual algunos aun no están preparados.

No se FUERCE, espere su tiempo y observe sus miedos con atención.
Vivimos en un Mundo único, misterioso, sorprendente y muchas veces aterrador por sus decisiones más allá de toda compasión, por su implacabilidad. Pero sus señales y designios nos están siendo continuamente transmitidos para que nos movamos en la dirección de la mayor Armonía y paz.
Otras fuentes de conocimientos nos recuerdan que los desequilibrios climáticos y biológicos, las guerras y litigios de las naciones son apenas el espejo que nos muestra lo que hay dentro de cada uno de nosotros. Si pudiéramos encontrar la manera de recobrar nuestro bienestar y la alegría de vivir, de curar nuestra vida de ambiciones, expectativas, culpas, crueldad, miedo, envidias y rabias, ciertamente el Mundo reflejará el cambio que se produjo en nosotros.

¡Y no es necesario que lo crea… puede ir y hacer la experiencia, pues para esto usamos el Reiki ! Cada vez más comprenderemos que nuestros sentidos y nuestro intelecto tienen limitaciones. Tal vez podamos por un momento, mirar más allá del intelecto y los sentidos, para áreas que puedan mudar los dogmas y doctrinas religiosas, para ideas que puedan parecer tan lejanas de los sistemas que concebimos, de los conceptos, palabras y formas que manejamos, que lleguemos a comprender, a ver que tenemos el potencial de crear realidades que hasta ahora, apenas soñamos.
Para que un cambio ocurra en el plano o mundo físico, precisa, es de necesidad, que ocurra primero en los niveles energéticos sutiles, es decir, en el “pensamiento”.
Nuestros pensamientos y creencias son vibraciones energéticas a los que fuimos “sintonizados” desde que fuimos concebidos, desde que “nacemos” al mundo físico. Aprendemos a interpretar lo que “nos sucede” de la misma forma que aprendemos a identificar lo que tenemos encima de nuestra mesa en el restaurante.

¡Y nuestra mesa es tan semejante a las de los demás y están tan separadas unas de otras !
Tal vez podamos dar ese paso más allá de la creencia que nuestro mundo es “tan semejante” al de los demás que es entonces “el mundo” el que nos controla, de que somos víctimas de las circunstancias, víctimas de la sociedad, de las dolencias, del medio económico… Tal vez si pudiéramos dar ese paso en dirección a transformarnos en la causa de toda experiencia, en el foco de cada suceso, tal vez consigamos cambiar nuestro mundo…
¡Tal vez consigamos cambiar de dioses!
Vivimos en una sociedad en que cada día más técnicas y ‘tecnologías’ están a nuestra disposición. Para ayudarnos a realizar esos cambios e impulsarnos hacia una manera de Ser que apenas soñamos, entre todos los métodos eficaces, creemos que el Reiki está entre los primeros, para mover este potencial humano.
La palabra INICIACIÓN o “sintonización” (“tuneado” dicen los aficionados a los carros), es usada para indicar cuando una persona ha sido “ajustada” a la frecuencia Reiki de vibración energética, en los centros superiores operacionales de Energía (chakras), por donde recibe el suministro permanente de Energía universal, a la que como “organización superior” y compleja, tiene acceso directo.

Podemos compararlo así: como un árbol está enraizado a la tierra, lo está el Hombre (macho o hembra), a la Energía Universal (REI).
La INICIACIÓN es como el agua de riego, que facilitará la penetración de los nutrientes en los conductos naturales de la raíz. Esto permitirá al Ser, obtener más fácil y abundantemente aquello que por naturaleza le es necesario para su crecimiento y desarrollo.
Y como aquellos antiguos y extintos árboles de las Islas Canarias que extraían el agua del subsuelo para dejarla luego gotear de sus hojas (al punto de poder los habitantes juntarle en recipientes para beber), el Reikiano no solo “extrae” Energía para sí, como también “sobra” para dar para otros.O tal vez sería mejor decir que cuando da para otros, sobra para él…
INICIACIÓN es semejante a la sintonización de una radio.
Varias estaciones pueden estar entrando juntas al estar la radio “mal” sintonizada. El flujo de radiofrecuencias es normal, solo que ninguna se destaca y el usuario no entiende nada de lo que dice ninguno de los locutores.

Sintonizando el receptor en una frecuencia determinada, el usuario podrá recibir la información específica de ese locutor.
En “Radio Reiki” el “Locutor” es el Dr. Usui (lo que oriente llama “Gurú”), lo que el Reikiano recibe a través de esta sintonía es la Enseñanza de la Tradición reikiana que lo capacita para desarrollar su autocura, su “armonización”, le enseña a “despertar” esas capacidades “dormidas” para usarlas en sí mismo y en sus semejantes (hombres, animales, plantas, planeta…). Por esto decimos que el Maestro Reiki (lo que oriente llama “uphagurú”), suministra la “instrucción” : sintoniza e instruye lo más elemental, como es “donde poner las manos”. La Enseñanza, aquello que TU necesitas personalmente, llegará a través de la Iniciación.

Por esto se dice que “el Reiki enseña”. El Maestro Reiki escuchará las “Historias de Reikianos” y las transmitirá a otros para que sepan todos lo que es posible hacer, lo que ya fue hecho : esto es la Tradición Oral y forma parte de la Instrucción, que deben recibir los reikianos a través de su Maestro Reiki. Por esto se dice en muchas culturas que “contar historias es una habilidad de los sanadores”.
Infelizmente en nuestras sociedades humanas modernas olvidamos el significado verdadero (o etimológico) de las palabras. Y olvidamos el poder curativo de las palabras… El significado tradicional de la palabra INICIACIÓN es : un procedimiento que marca la transición en una persona, de una manera de ser, de un nivel de consciencia, para otro. Ser INICIADO significa llegar al principio de un nuevo nivel de conciencia.
Has creado un nivel diferente de Conciencia de ti mismo. Pasas de ser un “niño” a ser un “joven”... y de aquí a ser un “hombre maduro” (macho o hembra). Sales de la noche al día… Pasas de la luz de la Luna a la luz del Sol: del mundo “bidimensional” de la luz lunar al mundo “tridimensional” de la luz solar!

¡Por eso se dice que como reikiano, tu vida gana en “profundidad”!

(Tomado de las conferencias y seminarios del Maestro Angelo Isái)